No perdamos de vista la realidad espiritual detrás de todo lo que ocurre en este mundo.
11 Oct 2021
#1 . La verdadera autoridad está en los cielos
En 1ª Crónicas 29:11 se encuentra esta clara declaración sobre la soberanìa de Dios: “Tuya es, oh Señor, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; tuyo es el dominio, oh Señor, y tú te exaltas como soberano sobre todo”
Es Dios el que finalmente permite que ciertos individuos ocupen los cargos, así lo declara el profeta Daniel 2:21 “El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.” Aunque algunos resultados no tengan una explicación lógica para nosotros (cuando candidatos claramente corruptos son electos por el mismo pueblo que sufre a causa de la corrupción), ésto es parte del propósito de Dios para llamar a sus escogidos. Daniel 4:17 “gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres”. Esta situación contradictoria resulta útil para el siguiente punto.
#2. El único Salvador es Jesucristo
En la historia han habido líderes, que por su gestión, fueron vistos como una bendición y otros como una maldición. A pesar de que han existido buenos líderes, nunca se debe olvidar que son sólo seres humanos y nunca podrán realizar los cambios profundos que necesita la sociedad. La corrupción es un problema del corazón humano, esto fue así desde el comienzo de la humanidad: Génesis 6:5 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”.
Solo la fe en Jesucristo transforma a las personas. Sólo el Espíritu Santo puede realizar el verdadero cambio en el corazón humano. Por lo tanto los cambios que los líderes políticos intenten, siempre serán limitados y con poco provecho, porque el problema no es político, el problema es la maldad en el corazón del hombre. Jeremías 17:5 “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre”.
#3. La iglesia tiene un rol fundamental en el cambio.
Sobre cada cristiano existen deberes asignados por Dios para la transformación de su ciudad, de su nación.
Primero, deben ser buenos ejemplos en todo lo que hacen. Mateo 5:16 “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” Es una vergüenza cuando algunos que dicen ser cristianos y que van a tal o cual congregación, están salpicados de hechos de corrupción.
Segundo, cada cristiano tiene el deber de cumplir las leyes. Mateo 5:17 “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” El ciudadano como el gobernante no están por encima de la ley. Todos aquellos que desean ser como Cristo, deben cumplir con la ley de los hombres, siempre y cuando ésta no esté en contra de lo que Dios manda.
Tercero, cada cristiano tiene el mandato de compartir su fe con otros, Mateo 28:19-20 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” La verdadera institución que tiene el poder para transformar es la iglesia, por medio del Evangelio y la obra de Espíritu Santo.
Por último, no debemos dejar de orar por aquellos que nos gobiernan. Pidamos para ellos el arrepentimiento de pecados y la fe en Jesucristo como Señor y Salvador de sus vidas y que gobiernen recordando siempre, que hay un Juez en los cielos y algún día deberán rendir cuentas ante Él.
Pr. Cristian Jara
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